Firme y lógica respuesta de la comunidad judía en Uruguay

15/Ago/2011

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Firme y lógica respuesta de la comunidad judía en Uruguay

Nuestra opinión
13-8-2011
Por estas horas la colectividad judía en Uruguay hizo escuchar su voz de preocupación y de indignación por las declaraciones del encargado de negocios de Irán en Montevideo, Hojjatollaj Soltani, quien relativizó la cantidad de muertos en el Holocausto del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial, una afirmación que ni el más trasnochado de los seres humanos puede sostener después de las pruebas incontrastables que existen de ese triste y deshonroso episodio de la humanidad.
En un acto realizado el jueves en la Plaza Independencia, la colectividad judía en Uruguay expresó su firme rechazo a los dichos del representante iraní en Uruguay y reclamó a la Administración Nacional de Enseñanza Pública (Anep) que cumpla con la obligación de enseñar en las escuelas lo ocurrido en el Holocausto.
“Un nuevo contexto político en el país está permitiendo un escalamiento en las relaciones con un régimen que defiende la constante violación de los derechos humanos, la ejecución de los homosexuales, la discriminación y la lapidación de sus mujeres”, aseveró la proclama leída durante el encuentro por una joven de la comunidad judía uruguaya.
El acto realizado junto al monumento al general José Artigas surgió como respuesta a los dichos del encargado de negocios de Irán en Montevideo, Hojjatollaj Soltani, quien relativizó la cantidad de muertos en el Holocausto del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.
La colectividad reconoció la condena del gobierno uruguayo a los dichos de Soltani. Sin embargo, se preguntaron si será suficiente. “¿Es tan solo eso lo que valen millones de personas, judíos, gitanos, afrodescendientes, homosexuales, discapacitados que han sido exterminados por la bestia nazi?”, se preguntaron.
Los jóvenes de la colectividad exhibieron carteles que rezaban: “Contra el exterminio de la memoria”; en otros se reclamaba la enseñanza del Holocausto en las aulas uruguayas. Además, instalaron una muestra fotográfica sobre el Holocausto. Al finalizar la parte oratoria los representantes de la colectividad judía entregaron la proclama en Presidencia.
El acto judío se produjo cuatro días antes de que el presidente José Mujica reciba al ministro sin cartera Yossi Peled, quien trasmitirá un mensaje personal del primer ministro Benjamín Netanyahu. La visita se producirá un mes antes de que la Autoridad Palestina busque el reconocimiento del Estado por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A nadie le puede caber dudas de que la actitud asumida por la colectividad judía en Uruguay es la acertada ante tamaña ofensa por parte del representante iraní en Montevideo. Negar el Holocausto judío durante la guerra que sacudió al mundo entre 1939 y 1945 es igual a negar que el sol sale todos los días.
El uso de la palabra “holocausto” para referirse al genocidio de aproximadamente seis millones de judíos europeos durante la Segunda Guerra Mundial se justifica a través de su referencia etimológica a algo quemado, pues tras el uso de la herramienta genocida más característica de la solución final, las cámaras de gas, los cuerpos de los asesinados eran incinerados en hornos crematorios.
Y esa persecución y asesinato de los judíos no se desarrolló solo en Alemania, o en los distintos campos de concentración creados para tal fin, sino que se extendió a Rusia, Europa Oriental y la península Balcánica, donde los alemanes y sus colaboradores (austríacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos, croatas y otros) llevaron a cabo múltiples matanzas de judíos en fosas, bosques, barrancos y trincheras.
Y junto con los judíos, otros grupos humanos como gitanos, soviéticos (especialmente, los prisioneros de guerra), comunistas, Testigos de Jehová, polacos étnicos, otros pueblos eslavos, los discapacitados, los hombres homosexuales y disidentes políticos y religiosos, fueron también objeto de persecución y asesinato durante el nazismo.
No puede hallarse pues en la historia de la humanidad otro crimen tan atroz ni tan fríamente calculado como el que aniquiló a millones de seres humanos en los campos de concentración nazis. Reducidos al estado animal, sometidos a la más espantosa degradación moral y física, hombres, mujeres y niños fueron salvajemente torturados y arrastrados a las cámaras de gas por el solo hecho de pertenecer a una raza considerada inferior o de sostener creencias religiosas o políticas antagónicas a las de los nazis.
Hitler fue el origen de este furioso torbellino de la muerte. Pero Hitler no estaba solo. Parte de un pueblo fanatizado por la propaganda, educado en el desprecio hacia el hombre no ario, le ayudó a borrar de la faz de la tierra a sus pretendidos enemigos.
Por eso hace bien la colectividad judía en mostrarse unida y firme ante tamaña afrenta proferida por el representante de un país que, como visitante que es en suelo uruguayo, debería cuidar en extremo sus afirmaciones sobre un hecho histórico tan lamentable como innegable.